La policía de California, EEUU, investiga a un hombre que se presentó en una comisaría de policía con un cadáver en su coche. Tenía tres más en su casa, a 200 kilómetros de distancia. Los agentes investigan qué relación había entre los asesinados y su verdugo, cuyas identidades aún se desconocen.
En Monte Shasta, en el condado de Siskiyou, California, aún no se lo creen. Un vecino de Roseville, localidad a 300 kilómetros de distancia, decidió entregarse allí. Llegó a la comisaría con un cadáver en su coche y contó a los policías que había tres muertos más en su casa.
El Sheriff de Monte Shasta dio el aviso a sus colegas de Roseville, que comprobaron lo que decía el detenido. En la vivienda había tres personas más fallecidas. Ni el presunto asesino, ni sus víctimas han podido ser identificadas.
La policía científica trabaja buscando pistas y pruebas en los dos escenarios, en el coche y en la casa. El capitán Josh Simon ha explicado a la cadena CBS que no entienden porque el homicida recorrió tanta distancia para entregarse y con un cadáver en el coche.
Los investigadores están convencidos de que el detenido y los fallecidos tenían alguna relación. Descartan además, que haya más personas involucradas.