"Condeno el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía turca contra manifestantes y periodistas. Los acontecimientos de ayer (por el sábado) se suman a una lista de casos en los que la gestión de las manifestaciones en Turquía han provocado grave preocupación sobre (el respeto a) los derechos humanos", ha indicado Muiznieks en un comunicado.
El responsable del Consejo de Europa apunta a "malas prácticas" de las fuerzas de seguridad, lo que supone una "amenaza directa al Estado de derecho que no se puede tolerar".
Por ello, pide que se cumplan los estándares sobre derechos humanos en particular en lo que respecta a los derechos a la reunión pacífica, a la libertad de expresión y a la libertad de prensa.
Durante los disturbios, la Policía empleó cañones de agua y gas lacrimógeno contra los cientos de manifestantes que pretendían acceder a la emblemática plaza Taksim, epicentro de las protestas de 2013. Anteriormente, el Gobierno había advertido de que no toleraría este tipo de concentraciones, que finalmente se produjeron en Estambul, Ankara y otras ciudades turcas.