En su resolución, el organismo ha apoyado el proceso político para poner fin a la crisis en el país, reiterando su respaldo al gobierno de unidad, del que ha dicho que es "el único legítimo" de Libia.
Asimismo, ha reconocido la importancia de una mayor inclusión en el país, reclamando a todas las partes que participen de forma constructiva en el proceso para solucionar la situación que atraviesa el país.
El organismo ha abogado además por una participación "total, igualitaria y efectiva" de las mujeres en todas las actividades relacionadas con la transición democrática, la resolución del conflicto y la construcción de la paz.
Por último, ha expresado su preocupación por "el rápido deterioro de la situación humanitaria en Libia", solicitando al gobierno de unidad que finalice los acuerdos de seguridad necesarios para estabilizar el país.