El coronavirus avanza dejando ya más de 454.000 casos en todo el mundo y más de 20.000 muertes tras infectar a más de 190 países. Entre ellos, Italia es el país europeo que más tiempo lleva luchando contra el COVID-19. Sus cifras de muertos se sitúan a la cabeza, con más de 7.500. Sus contagiados, por su parte, se elevan más allá de los 74.300. Sumida en el drama de la pandemia, la esperanza hoy está en que parecen estar llegando al pico de contagio. Concretamente, por cuarta jornada consecutiva se aprecia una tendencia de descenso respecto a los nuevos positivos por coronavirus en el país. Las autoridades cifran los nuevos casos en 3.491 por los 3.612 del día anterior, así como contabilizan 683 muertos por los 743 de ayer, día en el que se produjo desgracidamente un nuevo repunte respecto a la tendencia que seguían en el número de fallecimientos. En total, suman más de 74.300 positivos y 7.500 muertes.
Por otro lado, los últimos datos cuentan 1.036 pacientes nuevos que han recibido el alta, lo que eleva el total a 9.362.
En la actualidad, de acuerdo a las cifras aportadas por Protección Civil, hay 30.920 personas en aislamiento domiciliario, 23.112 hospitalizadas y 3.489 ingresadas en cuidados intensivos.
El primer ministro, Giuseppe Conte, ha insistido en que “Italia y la Unión Europea se enfrentan a una crisis sin precedentes”, y ha expresado su más sentido pesar a los familiares de los fallecidos al tiempo en que ha alabado a los sanitarios por su indescriptible labor.
Más allá, Conte ha subrayado que el Gobierno ha actuado con la "máxima determinación y rapidez", ya que adoptó las primeras medidas de precaución el 22 de enero, antes de la que OMS declarara la pandemia.
Consciente de las decisiones adoptadas para combatir “un enemigo invisible”, ha subrayado que “hoy es el momento de la acción, el momento de la responsabilidad, de la que ninguno se puede escapar".
En este sentido, ha insistido en la necesidad de respetar las normas dictadas. Para el que no lo haga y vulnere el confinamiento, Italia se plantea imponer penas de cárcel.