Sin embargo, Ghasan al Shakaa, presidente de la junta ejecutiva de la compañía Northern West Bank Electricity, que suministra electricidad a ambas ciudades, ha dicho que la única factura sin pagar llegó "hace pocos días", según ha informado la agencia palestina de noticias Maan.
Shakaa, que es además alcalde de Nablús, ha detallado que 18 consejos municipales han quedado sin suministro, lo que ha provocado interrupciones en el trabajo de empresas y compañías. Asimismo, ha apuntado que decenas de personas han quedado atrapadas en ascensores.
Además, ha solicitado a la población palestina que pague sus deudas con su compañía para que esta pueda proceder a saldar su deuda con la empresa estadounidense.
El Gobierno israelí ha asegurado no estar detrás de la decisión, afirmando que se trata de un paso dado de forma "independiente" por la corporación, tal y como ha recogido el diario israelí 'Haaretz'.
A pesar de que la compañía israelí ha estado advirtiendo sobre la creciente deuda palestina desde hace casi dos años, el Gobierno israelí no se ha pronunciado sobre la posibilidad de condonar la deuda o de alcanzar un acuerdo sobre su pago.
Por su parte, el Gobierno estadounidense ha expresado su preocupación por el "impacto sobre el terreno de cualquier recorte de los servicios básicos, incluyendo la electricidad" y por la viabilidad de la Autoridad Palestina si no recibe "pronto" los fondos congelados por Israel.