Ndung'u Gethenji, director de la comisión de defensa del Parlamento, ha justificado esta decisión y ha asegurado que dispone de informes que sostienen que "algunas de esas instalaciones están siendo utilizadas como campos de entrenamiento", ha informado este lunes la cadena británica BBC.
Gethenji ha afirmado que el Gobierno keniano tiene que replantearse "su hospitalidad en apoyo de los campos de refugiados" dentro de las fronteras del país. Pese a que parte de la población podría estar a favor de la repatriación de los refugiados, algunos campos están controlados por ACNUR, por lo que no sería posible su cierre.
Kenia cuenta con uno de los campos de refugiados más grandes del mundo, Dabaab, que se estima que acoge hasta a medio millón de somalíes que han huido de la pobreza y las guerras de su país. Además, se cree que más de 30.000 somalíes viven en Nairobi.