Una pareja ha sido demanda por el dueño de un concesionario en China después de que su hija de tres años rayara diez coches de 0 kilómetros, de la marca de alta gama Audi. El hecho ocurrió el pasado 24 de noviembre, cuando los progenitores acompañaron a un amigo al local de venta y decidieron llevar a la menor con ellos.
Mientras ellos miraban los coches, la niña cogió una piedra y comenzó a realizar dibujos. Entre los modelos dañados había un Audi Q8, cuyo precio en la versión básica comienza a partir de los 68.200 en EE.UU. La concesionaria exigió al padre de la pequeña el pago de 200.000 yuanes (28.560 dólares), el caso ha sido llevado por la corte del distrito de Lingui en la ciudad de Guilin, provincia de Guangxi.
Además, la suma podría aumentar tras una evaluación más a fondo de los daños causados por la niña. El demandante ha argumentado que aunque vuelvan a aplicar la pintura los coches no podrán ser vendidos como nuevos. A raíz de ello, los automóviles repintados deberán ser ofrecidos a precio de usados, generando importantes pérdidas para el vendedor.