El cuerpo de Policía de Queensland inició la investigación tras encontrar fresas con agujas en su interior en varios supermercados y comunicarlo el pasado mes de septiembre. En el desarrollo del caso han participado agencias policiales, gubernamentales y de inteligencia australiana. Los oficiales del Comando Estatal de Delitos formaban el grupo de trabajo junto a los agentes de policía y detectives de varios distritos de Queensland.
La investigación ha llegado hasta una mujer de 50 años que ya ha sido arrestada y acusada de siete cargos de contaminación de bienes según el Código Penal de Australia. Su pena máxima podría llegar a los tres años de prisión.
Por otra parte, se alegará una circunstancia de agravación, pudiendo elevar su tiempo máximo en prisión a 10 años. La detenida debe presentarse mañana en el Tribunal de Magistrados de Brisbane, capital de Queensland.
Jon Wacker, superintendente detective del Grupo de Drogas y Delitos Graves, indicó la actitud positiva de los investigadores a resolver de forma definitiva el caso. “Esta es una investigación policial importante y sin precedentes con muchas complejidades involucradas”, ha añadido. Además, ha desvelado que todavía queda camino para terminar esta investigación.