El personal ruso abandonó el consulado después de que Washington ordenara a Moscú que prescindiera de algunas de sus propiedades diplomáticas. Esta medida se enmarca en una serie de acciones que el Ejecutivo norteamericano ha llevado a cabo después de que se enfriaran las relaciones entre ambos países.
Desde la expulsión del personal del consulado, las autoridades estadounidenses han ocupado las zonas administrativas de las instalaciones. El Gobierno de Rusia ha amenazado con tomar medidas al respecto al denunciar el carácter ilegal e irrespetuoso de las acciones del Ejecutivo de Estados Unidos.
"Desde el 29 de noviembre al 3 de diciembre, el embajador Anatoli Antonov visitará el estado de California", ha confirmado la Embajada rusa a Sputnik. Según ha podido saber la agencia de noticias Sputnik, durante su visita Antonov inspeccionará los inmuebles oficiales rusos y se reunirá con la comunidad rusa en California, lo que incluye encuentros con expertos y empresarios, intervenciones en universidades o la visita a Fort Ross --un antiguo establecimiento ruso--.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, ha definido como un "fracaso" el restablecimiento de las relaciones con Rusia. "Durante los últimos diez meses hemos empezado una nueva política estratégica para aumentar la seguridad europea y estadounidense. Hemos reafirmado nuestro compromiso con Europa ante el fracaso del reinicio de las relaciones con Rusia", ha asegurado.
Asimismo, Tillerson ha afirmado que "la UE y Estados Unidos buscan normalizar las relaciones" con Moscú, pero ha denunciado que Rusia "busca imponer su voluntad a otros por la fuerza o cooperando con regímenes que no respetan a sus ciudadanos".
Las relaciones entre Moscú y Occidente sufrieron un profundo deterioro después de la anexión de Crimea a Rusia en marzo de 2014 en el marco del conflicto armado en el este de Ucrania, que estalló ese mismo año.
Estados Unidos, la UE y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia, que respondió con un embargo a las importaciones agroalimentarias provenientes de esos países. Por su parte, el Gobierno ruso ha señalado en repetidas ocasiones su disposición a normalizar las relaciones con Washington, aunque ha asegurado que por el momento el diálogo brilla por su ausencia.