La Casa Imperial ha informado de que Akihito hablará el lunes a las 15.00 (hora local) en un vídeo grabado de unos diez minutos de duración que se emitirá a toda la nación.
La televisión pública NHK ha revelado que el emperador ha confesado a su círculo más cercano su deseo de abdicar para que su hijo, el príncipe Naruhito, comience a reinar.
La Constitución japonesa establece que el emperador no posee ningún poder político, por lo que lo más probable es que Akihito evite usar el término "abdicación", que sería interpretado como una medida política.
La abdicación imperial no está contemplada en la legislación japonesa, de modo que las autoridades niponas se verían obligadas a improvisar. La base más conservadora del Gobierno de Shinzo Abe, se opone a tal medida.
Akihito, de 82 años de edad, ha tenido que ser ingresado varias veces en los últimos años por diversas dolencias, razón que le habría empujado a sopesar la abdicación en favor de Naruhito, de 56 años.
El traspaso de poder podría reavivar el debate sobre la sucesión imperial. Actualmente solo es posible entre varones, pero Naruhito solo tiene una hija, así que, con las actuales leyes, tras él el Trono del Crisantemo pasaría a su hermano, Akishino, y a su sobrino, Hisahito.
Será la segunda vez que el emperador se dirija al pueblo japonés a través de un vídeo grabado. La primera fue tras el terremoto y el tsunami que el 11 de marzo de 2011 sacudieron las costas del país.