Un exministro talibán dice que los esfuerzos del Gobierno de Afganistán para lograr la paz son "simbólicos"

EUROPA PRESS 01/03/2016 05:05

Los talibán aseguraron la semana pasada no tener constancia de una posible nueva ronda de conversaciones con el Gobierno de Afganistán, recalcando que ésta no se celebrará hasta que las tropas internacionales se retiren y la 'sharia' se aplique en el país.

El Grupo de Coordinación Cuadrilateral (GCC) --integrado por Afganistán, Pakistán, China y Estados Unidos-- anunció días antes que Kabul y los insurgentes mantendrían contactos directos en Pakistán en la primera semana de marzo.

Sin embargo, Agha ha manifestado en una entrevista concedida a la agencia afgana de noticias Pajhwok que estas conversaciones a cuatro bandas "no son efectivas", recordando que los representantes talibán no participan en las mismas.

"Las partes en conflicto deben mostrar flexibilidad en sus respectivas posturas para lograr que el proceso de paz sea efectivo. Si el Gobierno acepta algunas demandas legales de los talibán, el proceso de paz podría tener éxito", ha dicho Agha, quien fuera ministro de Justicia durante el régimen talibán.

Así, ha resaltado que el Gobierno afgano "no ha sido honesto" en sus esfuerzos para poner fin al conflicto. "Cuando un proceso de paz empieza con realidades, ningún lado, incluidos los talibán y el Gobierno, pueden negarlo. El resultado de los esfuerzos de Kabul no inspira esperanza", ha dicho.

Agha ha manifestado además que, pese a la división en facciones que sufren los talibán desde la muerte del mulá Mohamed Omar, todas ellas están unidas en su exigencia de la retirada de las tropas internacionales.

Por otra parte, ha aplaudido el nombramiento de Ahmad Gilani, líder de una importante orden sufí, como nuevo jefe del Alto Consejo para la Paz en Afganistán, creado en 2010 por el entonces presidente Hamid Karzai con el objetivo de crear una plataforma que acogiera las conversaciones de paz.

En este sentido, Agha ha valorado que Gilani no se ha visto involucrado en conflictos y que mantiene buenas relaciones con el Gobierno y los talibán, por lo que ha descrito su nombramiento como "un paso positivo".

"No todo el mundo en el Alto Consejo para la Paz es neutral, y esto ha debilitado su papel. El Gobierno no da además una autoridad total para que tome decisiones independientes", ha criticado.

El último intento por la paz, que tuvo lugar el año pasado, acabó en el dique seco después de que los talibán reconocieran la muerte de su líder, el mulá Omar, que ha arrastrado a los insurgentes a la división sectaria.

El Gobierno de Kabul, en este sentido, aborda desde el pragmatismo unas nuevas conversaciones cuyo objetivo primordial es el de estudiar si las líneas maestras del plan de paz permanecen vigentes