De acuerdo con la versión policial, el suicida hizo estallar en medio de la cancha una carga explosiva de aproximadamente 300 kilogramos que transportaba en un vehículo.
La deflagración derribó en torno a una decena de edificios.
Por el momento ningún grupo terrorista se ha atribuido la masacre, aunque una fuente de la principal agencia de los servicios secretos (ISI) ha asegurado que el atentado ha sido obra de la insurgencia talibán paquistaní.
"Entra dentro de su estrategia de propagar el terror pero es fácil que (los talibanes) no reivindiquen la acción porque hay muchas bajas civiles y esto les resta apoyos", razonó.
En los últimos tres meses, Pakistán está siendo escenario de una ola de violencia terrorista que se ha cobrado la vida de más de 750 personas.
La mayoría de los atentados han sido reivindicados por los talibanes, contra quienes las fuerzas de seguridad combaten actualmente en varias zonas del noroeste. LA