Las FARC considera que con la muerte de "Reyes" se destruyó la búsqueda de acuerdos

EFE 28/02/2009 00:34

Ése fue el impacto de la acción militar colombiana contra la base que "Reyes" tenía en suelo ecuatoriano, según el mando central de la organización insurgente, que en marzo de 2008 sufrió la pérdida histórica de tres dirigentes, entre ellos su fundador "Manuel Marulanda Vélez".

"Reyes", segundo al mando y portavoz internacional de las FARC, fue abatido el 1 de marzo de 2008 al otro lado de la frontera sur de Colombia con Ecuador en una acción aérea de las fuerzas de seguridad de su país.

En el ataque, que recibió el nombre de "Operación Fénix", también murieron otros 25 rebeldes y civiles, incluidos un supuesto insurgente ecuatoriano y cuatro universitarios mexicanos.

Además, la acción permitió decomisar varios computadores portátiles y memorias electrónicas con archivos que, según Bogotá, muestran los nexos de las FARC con personalidades del país y del exterior.

Los militares colombianos divulgaron ayer las primeras fotografías de algunos de estos equipos, como también de la manera cómo se hicieron con el cadáver de "Reyes", que fue trasladado de inmediato a Bogotá junto con el de otro rebelde.

En un comunicado divulgado por su página en Internet con motivo del primer aniversario de la muerte de "Reyes", el Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC afirmó que el ataque "fue una puñalada trapera a la posibilidad real de conquistar la paz en Colombia".

"Lo que hasta ese momento se había forjado fue destruido de un solo tajo", agregó el órgano rebelde, del que hacían parte "Reyes" e "Iván Ríos", comandante del bloque de frentes insurgentes del noroeste del país asesinado también por esas fechas por un guerrillero desertor.

"Ríos" murió a manos de su jefe de seguridad, conocido con el alias de "Rojas", que se presentó ante una patrulla militar con la mano derecha del dirigente rebelde cercenada como prueba y su computador portátil.

El Secretariado era encabezado por el octogenario "Manuel Marulanda Vélez", fundador y comandante en jefe de las FARC, que murió el 26 de marzo pasado de una crisis cardíaca en algún lugar de las selvas del sur del país, según hizo saber al mes siguiente la guerrilla.

En la nota de aniversario, el máximo órgano rebelde admitió que la muerte de "Reyes" fue "un golpe sensible" para su organización.

"Pero mucho más, fue una puñalada trapera a la posibilidad real de conquistar la paz en Colombia", agregó el mando central, que atribuyó la acción militar a un trabajo conjunto del Ejército del país suramericano y fuerzas de Estados Unidos, que la orientaron desde las bases norteamericanas de Tres Esquinas (Colombia) y Manta (Ecuador).

Con la operación, añadió el Secretariado, se violó "en forma descarada la soberanía de la hermana república del Ecuador".

El Gobierno del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, la tomó como una "agresión" y, por una determinación que adoptó el 3 de marzo siguiente, rompió relaciones con Colombia.

El mando de las FARC insistió en que "Reyes" fue abatido cuando dirigía todos sus esfuerzos a la apertura de caminos que permitieran confluir con quienes también sueñan con "una Colombia en paz con justicia social, dignidad y soberanía".

En dicha función, aseguró, concertaba "contactos con voceros de la sociedad colombiana y de la comunidad internacional en aras de impulsar y hacer realidad el acuerdo humanitario (sobre el intercambio de los rehenes en su poder) y sentar las bases para iniciar la búsqueda de la salida política al conflicto colombiano".

Según el Secretariado, la vocación de paz de las FARC tuvo en "Reyes" un "fiel intérprete" que "no escatimó esfuerzo ni sacrificio hasta llegar a ofrendar su vida".

Además, criticó que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, y demás "enemigos de la paz" no quedaron satisfechos con esta muerte y, con los documentos decomisados, "realizaron un burdo montaje contra personalidades de Colombia y el exterior con el único propósito de taponar hasta el más mínimo resquicio" que permitiera "seguir avanzando en la construcción de soluciones distintas a la guerra".

El mando rebelde sostuvo que, pese a ello, ha seguido "reconstruyendo esos senderos por encima de la adversidad y enfrentando la mayor ofensiva mediática y militar que organización alguna haya sufrido en América Latina".

Para el Secretariado, una "prueba fehaciente" fue la reciente puesta en libertad de dos civiles, tres policías y un militar que estaban en el grupo de secuestrados de las FARC con fines de canje por rebeldes presos y que ha quedado reducido a 22 rehenes.