La apertura del juicio ha tenido lugar a primera hora de la mañana en el Tribunal Regional de la ciudad de Sankt Polten, que se ha quedado pequeño ante la avalancha de reporteros que han acudido para cubrir el proceso.
Fritzl, de 73 años, ha entrado en la sala de lo Penal del Tribunal vestido con un traje gris y con la cara cubierta con un archivador de oficina de color azul. El acusado ha permanecido de pie durante varios minutos en la sala y ha ignorado las insistentes preguntas de dos periodistas de la televisión pública austríaca ORF, autorizados por el tribunal.
Durante su intervención, el 'Monstruo' se ha declarado "no culpable" de la acusación de asesinato de uno de los siete hijos-nietos nacidos fruto de la relación incestuosa con su hija, al tiempo que ha rechazado la acusación de "esclavitud" y ha reconocido sólo "parcialmente" su culpabilidad por "violación", "coacción" e "incesto".
Además, Frtizl ha descrito tembloroso y con apenas un hilo de voz, que en su "durísima infancia" sufrió numerosas agresiones por parte de su madre. "Mi madre nunca me quiso. Ella ya tenía 42 (cuando él nació). No quería ningún niño y actuó en consecuencia. Ella me maltrataba", ha explicado a las preguntas de la juez Andrea Humer.
Con la voz rota por momentos, el acusado ha relatado que las tornas cambiaron a medida que él crecía y su madre envejecía, y que con doce años empezó a defenderse de las agresiones de su madre: "A partir de ese momento me convertí en el demonio para ella", ha asegurado.
Los cargos a los que se enfrenta Fritzl, que el 9 de abril cumplirá 74 años, son asesinato, esclavitud, violación, privación de libertad, coacción e incesto, que le pueden acarrear una pena máxima de cadena perpetua.
Hasta el momento, Fritzl ya había confesado su culpabilidad en todos los cargos que se le imputan excepto en los de esclavitud y asesinato. De hecho, los expertos jurídicos consideran complicado probar la responsabilidad de Fritzl en la muerte del bebé. De no poderse demostrar este delito, Fritzl podría ser condenado a sñolo 15 años de prisión que podrían verse reducidos hasta siete por buen comportamiento.
Elisabeth testifica por vídeo
La hija de Josef Fritzl, Elisabeth, pasó los tres primeros años de cautiverio sin agua caliente, ducha o calefacción y al principio hacía tanto calor que las paredes se llenaban de condensación. Lo ha relatado la fiscal Christiane Burkheiser, que también ha dicho que uno de los aspectos más "espantosos" del cautiverio de Elisabeth fue la "incertidumbre de no saber cuándo su padre bajaría y la violaría ante los ojos de sus hijos".
El jurado ya ha visto la primera parte de la cinta de 11 horas que recoge el testimonio de la joven. Después el acusado ha sido interrogado, pero no ha trascendido nada al respecto.
Por su parte, los ocho miembros del jurado popular estarán bajo permanente supervisión para evitar que hablen con la prensa, la sala será registrada para detectar cámaras o micrófonos escondidos e incluso se ha restringido el espacio aéreo en torno a Sankt Polten. EPF