"Hoy, la aviación rusa ha utilizado dos bombas antibúnker BETAB-500 de 500 kilos cada una contra objetivos de Estado Islámico", ha explicado Klimov. Este tipo de artefactos, ha añadido, sirven para destruir instalaciones subterráneas "extremadamente protegidas y fortificadas".
Las Fuerzas Armadas rusas han informado de que, para estos lanzamientos, ha utilizado cazas Su-24 y han aclarado que las bombas no han sido arrojadas sobre zonas pobladas, según la agencia oficial Sputnik.
Rusia inició su ofensiva militar en Siria el pasado 30 de septiembre. La operación, que cuenta con el respaldo del régimen de Bashar al Assad, habría causado ya la muerte de al menos 600 personas, en su mayoría civiles, según un balance difundido la semana pasada por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.