El Gobierno de Kosovo pide a la ONU que abandone el territorio balcánico

AGENCIA EFE 23/03/2009 18:32

"Pedimos que se ponga fin al despliegue y el mandato de UNMIK", solicitó hoy el ministro de Exteriores de Kosovo, Skender Hyseni, en una reunión del Consejo de Seguridad, ya que Pristina estima que la salida de esa misión, un año después de su declaración unilateral de independencia, es un paso más hacia la construcción del nuevo Estado balcánico.

El ministro kosovar señaló que son 52 los países que hasta ahora han reconocido la independencia de Kosovo, proclamada el 17 de febrero de 2008, y que las autoridades locales cuentan con el apoyo de la misión civil de la Unión Europea (UE), denominada Eulex, para construir las instituciones del país.

Eulex desplegó el pasado diciembre un millar de funcionarios de aduanas, fronteras, justicia y policías en todas las partes de esa antigua provincia serbia, de mayoría albanesa, y así empezó a asumir la mayor parte de las responsabilidades desempeñadas por el personal de la ONU.

"El progreso en todas las esferas de la vida el último año ha sido inmenso y tangible", aseguró Hyseni a la salida de la reunión, tras recalcar que la retirada de UNMIK debe ser "lo antes posible".

Sin embargo, los deseos de Pristina se topan con la oposición de Serbia y su principal aliado, Rusia, para quienes la resolución 1.244, adoptada tras el conflicto de 1999, entrega la administración del territorio a la ONU.

Serbia solo aceptó el despliegue de Eulex después de conseguir que la misma se declarara "neutral" en cuanto al estatus de Kosovo y se niega a aceptar el desmantelamiento de UNMIK, recordó en su intervención de hoy ante el Consejo de Seguridad el presidente de Serbia, Boris Tadic.

"Quisiera recalcar que tiene un gran significado para nosotros que UNMIK continúe su misión y su mandato, que mantenga una presencia plena y sus competencias en la zona, y que no se disminuya su presupuesto", recalcó el mandatario.

La reunión en el máximo órgano de Naciones Unidas también sirvió para constatar las malas relaciones entre Pristina y Belgrado, que se acusaron mutuamente de fomentar las tensiones en la zona.

Tadic acusó a las autoridades kosovares de no haber podido garantizar el respeto a los derechos humanos y recalcó la amenaza que suponen las actividades de la "mafia de etnia albanesa".

Por su parte, Hyseni recordó las atrocidades cometidas contra los albaneses por las fuerzas de seguridad del entonces presidente serbio Slobodan Milosevic y acusó al actual Gobierno de Belgrado de inflamar las pasiones de la minoría serbia en el norte de Kosovo.

Ante esta situación, el enviado especial de la ONU para Kosovo, el italiano Lamberto Zannieri, señaló que todavía no se ha alcanzado una situación de estabilidad, por lo que se requiere de una presencia internacional en el territorio.

En ese contexto, se mostró reticente a valorar el anuncio de España de que sus tropas encuadradas en la misión de la OTAN en Kosovo se retirarán de forma "escalonada y coordinada", en un repliegue que deberá estar concluido para septiembre.

Zannieri consideró que es un asunto que pertenece al plano militar y que corresponde valorar a la Alianza Atlántica, aunque admitió que el anuncio efectuado el 19 de marzo por la ministra española de Defensa, Carme Chacón, lo sorprendió.

"Para mi fue una sorpresa, porque no fui informado, así es que ahora lo que me pregunto es qué sucederá. Considero importante que la presencia militar siga siendo la adecuada para mantener el espacio de seguridad en el que trabajamos", dijo.

El ministro de Exteriores kosovar no quiso valorar la decisión española, aunque señaló que lo "lamentaba" y que era "una decisión que atañe a España, cuya presencia ha sido ampliamente apreciada y bienvenida por la mayoría de los kosovares".

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió la semana pasada en un informe al Consejo de Seguridad de que las autoridades en Pristina consideran que la permanencia de UNMIK es un "obstáculo molesto" en el camino hacia la consolidación de la independencia kosovar.

Esta situación coloca a la misión de la ONU en una posición complicada, ya que sin el consentimiento del Consejo de Seguridad no puede retirarse por completo, agregó Ban.

El territorio balcánico se encuentra bajo la supervisión de la ONU desde que la OTAN intervino militarmente en 1999 para detener el conflicto entre las fuerzas de seguridad serbias y los independentistas albano-kosovares.