El Gobierno sirio acusa a países vecinos de armar opositores

EUROPA PRESS 07/10/2011 12:08

El viceministro de Asuntos Exteriores sirio, Faisal Mekdad, ha acusado a "países vecinos" de armar a los grupos opositores alzados contra el régimen del presidente Bashar al Assad, unos terroristas que habrían acabado con la vida de más de 1.100 miembros de las fuerzas de seguridad. Mekdad ha prometido que, en cualquier caso, el Gobierno seguirá adelante con el proceso de reforma política.

"Las fuerzas de seguridad se han convertido en mártires. Más de 1.100 han sido asesinados por los terroristas, a quienes les han suministrado armas nuestros países vecinos", ha acusado Mekdad durante su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, reunido este viernes en Ginebra.

Este mismo jueves la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, revelaba que al menos 2.900 personas han muerto en Siria desde que comenzaron las protestas antigubernamentales, el pasado mes de marzo, pero Mekdad ha asegurado que no ha habido bombardeo contra civiles y que los carros de combates solo se han utilizado para proteger a las fuerzas de seguridad de la violencia.

Mekdad ha contextualizado esta violencia en una campaña terrorista contra el régimen de Al Assad. "Afrontamos la hegemonía de occidnete y Estados Unidos y de su protegido, Israel, en nuestra región (...). Hoy Siria es el objetivo de amenazas terroristas", ha afirmado el viceministro. "Los países Occidentales no están preocupados por los Derechos Humanos, solo por el transporte de petróleo y minerales para su expolio", ha advertido.

En cualquier caso, Mekdad ha asegurado que el régimen va a seguir adelante con el proceso de reforma política anunciado tras el inicio de las protestas. "El Gobierno de Siria va a seguir su trabajo de refuerzo de los Derechos Humanos para que podamos establecer una sociedad democrática conforme con un estado de derecho como la que merece y a la que aspira el pueblo", ha explicado.

Mekdad ha respondido así a las intervenciones de los delegados de Reino Unido, Francia y Estados Unidos, que han instado al régimen a poner fin a las ejecuciones, detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones de civiles. La sesión corresponde a la sesión anual país por país que realiza el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

"Estados Unidos condena en los términos más duros posibles las flagrantes violaciones de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales por parte del Gobierno sirio contra su propio pueblo, así como la reiterada violenta y mortal represión contra manifestantes pacíficos", declaró la embajadora estadounidense ante la ONU en Ginebra, Betty King.

King añadió que un Gobierno que "elige gobernar mediante el terror y la intimidación no puede ser considerado legítimo y debe echarse a un lado de inmediato".

Estas declaraciones provocaron una protesta de la delegación de Cuba, que alegó que este tipo de acusaciones no tienen cabida en un organismo sobre Derechos Humanos y que es el pueblo sirio el que tiene la soberanía para elegir a sus gobernantes. Cuba, junto a Irán y Rusia, han elogiado el proceso de reforma puesto en marcha por el régimen de Al Assad y destacaron la derogación de la Ley de Emergencia y la convocatoria de elecciones locales para diciembre.

"Estamos en contra del señalamiento y las acusaciones", declaró por su parte el enviado chino, cuyo país vetó el pasado martes junto a Rusia una resolución en el Consejo de Seguridad sobre Siria elaborada por los aliados europeos de Estados Unidos.