"Hezbolá está una vez más poniendo el destino de la nación en una posición crítica, y cuando hablo del destino de la nación no hablo de una secta u otra, sino de una amenaza contra todo el mundo sin excepción", ha dicho.
"Ninguno de los grupos libaneses, ya sea el suní, el chií, el druso o el cristiano, puede escapar de la resbaladiza pendiente a la que Hezbolá pretende arrastrar al país", ha agregado, según ha informado el diario libanés 'The Daily Star'.
En este sentido, ha destacado que el partido-milicia "ha decidido de forma unilateral romper toda tradición, ley y norma que rige la vida nacionalidad y se ha dado a sí mismo, como un partido o grupo sectario armado, el derecho del Estado a la hora de tomar decisiones fundamentales sin considerar la sensibilidad de los grupos con los que convive".
"Esto no es una caricatura de la realidad política en Líbano, sino una realidad clara y dolorosa de la situación que atraviesa el Estado, que ha sufrido durante años bajo las condiciones y los actos terroristas de Hezbolá", ha manifestado Hariri.
Así, ha valorado que el grupo "ha polarizado a la secta chií para servir como una rama armada auxiliar de la Guardia Revolucionaria iraní y encabezar un proyecto encabezado por Teherán que afecta a muchos países de la región".
Hariri ha apuntado que "Hezbolá intenta convencer a los chiíes de que sus armas están destinadas a proteger a la secta", si bien ha recalcado que "se trata de una mentira histórica".
Por último, ha puntualizado que su preocupación por la situación actual del país "sobrepasa" la que sufrió el país el día del asesinato de su padre, el entonces primer ministro Rafik Hariri.
El atentado contra el exprimer ministro provocó las críticas de la comunidad internacional y la retirada de las tropas sirias del sur de Líbano. Al año siguiente, en 2006, el Ejército israelí lanzó una ofensiva en territorio libanés contra Hezbolá.
PAPEL DE HEZBOLÁ
El partido-milicia ha mantenido durante el conflicto en Siria su apoyo al presidente, Bashar al Assad, y ha abogado públicamente por la resolución política del conflicto y por la introducción de reformas democráticas en el país.
A finales de mayo, el secretario general del grupo, Hasán Nasralá, aseguró que la formación está dispuesta a asumir "todos los sacrificios y consecuencias" de su "implicación" en el conflicto sirio y denunció la guerra política y económica lanzada contra el Gobierno de Al Assad.
La participación de Hezbolá del lado de las fuerzas gubernamentales en la batalla por Qusair, de gran importancia estratégica, terminó por inclinar la balanza en favor de las tropas regulares, que se hicieron con el control de la ciudad el miércoles tras semanas de combates.
Decenas de proyectiles disparados por grupos opositores armados han impactado en los últimos días en diversos puntos del valle de la Bekaa después de que los rebeldes aseguraran que responderían contra objetivos del partido-milicia en territorio libanés por su participación en el conflicto.
Asimismo, más de 50 personas han muerto y varios cientos han resultado heridas en la localidad de Trípoli (norte) en el marco de enfrentamientos entre suníes y chiíes a causa de los combates en Siria, lo que ha aumentado los temores de una posible expansión del conflicto a través de la frontera.