El japonés al que pagan por no hacer nada

  • Shoji Morimoto triunfa por sus servicios en los que cobra por nada.

  • Entre sus funciones solo ser compromete a comer, beber y dar conversación.

  • Su tarifa asciende a 100 dólares por servicio.

Que te paguen por no hacer nada es el sueño de muchos, pero muy pocas personas lo consiguen. Uno de estos privilegiados es un joven que vive en Osaka, Japón, y al que se le ocurrió una original y revolucionaria propuesta: publicar un anuncio en el que pedía dinero a cambio de nada. De manera sorprendente, el anuncio fu un éxito y ahora ha hecho recibir dinero a cambio de nada un arte y su profesión.

Shoji Morimoto era un joven desencantado que, tras graduarse con excelentes notas en Física en la Universidad de Osaka consiguió un puesto de trabajo fijo en una empresa de artes gráficas. Pero la vida de Shoji cambió cuando leyó a Nietsche y descubrió que trabajar en un puesto fijo en aquella empresa editorial no era lo que quería hacer en su vida. Así, dejó el trabajo y publicó un singular anuncio en sus redes sociales.

100 dólares por comer, beber y escuchar

Con el nombre profesional de Mr. Rental, Shoji alquila su tiempo a personas desconocidas que necesiten compañía. Pero deja muy claro que solo se compromete a hacer tres cosas: comer, beber y dar conversación. El anuncio era tan curioso, que se hizo muy popular en las redes sociales y a Shoji comenzaron a llegarles los clientes interesados. Al principio, el cliente sólo tenía que sufragar el transporte de Shoji y la comida o bebida con la que decidiera acompañarle, pero ahora, con más de 3.000 solicitudes, este joven ha tenido que poner una tarifa a sus servicios: nada menos que 100 dólares por cada uno de ellos (además de los gastos de dieta y transporte).

Además de ser muy bueno comiendo y bebiendo, parece que la virtud que más demandan sus clientes es la de buen conversador y, sobre todo, su capacidad de escuchar. Muchas personas que se sienten solas lo contratan para pasar largas horas hablando, pero también hay empresas que le contratan para que escuche a sus trabajadores mentalmente agotados. La mayoría dicen que tener la compañía de alguien que prácticamente no hace nada es lo que más les ayuda.

Así, Shoji ha encontrado su verdadera vocación en la vida y tiene la suerte de poder dedicarse a ello: no hacer nada.