Según el comunicado divulgado este martes por la ONG, los testigos aseguran que la última vez que vieron a las víctimas estaban bajo la custodia de la Tercera División de la Policía Federal, dirigida por el general Mehdi Gharawi.
Gharawi había sido cesado de su puesto debido a las numerosas denuncias presentadas sobre su implicación en casos de tortura y otros tipos de abusos. Sin embargo, posteriormente, fue readmitido, ha indicado HRW.
El 11 de mayo, de acuerdo con la organización, los residentes encontraron los cuerpos de las cinco víctimas en un terreno a tres kilómetros de la localidad de Mustantiq (este), cerca del lugar en el que los agentes fueron vistos deteniendo a los cuatro hombres y al joven.
Un testigo ha asegurado que los cuerpos presentaban múltiples heridas por arma de fuego y proyectiles de ametralladora. No obstante, las fotos filtradas a los medios por un agente de policía muestran los cuerpos con un estado de descomposición menor que cuando fueron encontrados por los residentes, reza el comunicado.
"El papel de la Policía, implicada en la ejecución de cuatro hombres y un joven, requiere de inmediato una investigación y el enjuiciamiento de los responsables", ha declarado la directora de HRW para Oriente Próximo, Sarah Leah Witson.
"Que estos asesinatos hayan sido cometidos por una unidad bajo la responsabilidad de un comandante que ha estado implicado en casos de tortura, es una clara muestra de por qué estos abusos no se pueden barrer bajo la alfombra y olvidarse", ha proseguido.
Los familiares han identificado a las víctimas como Karam Ahmer Mahmud, de 15 años; sus dos tíos, Salim Mahmud Salim y Ahmed Mahmud Salim, de 20 y 30 años respectivamente; y sus dos primos, Shaqer Shahatha Humathi y Ahmed Mahmud Hassan, de 21 y 33 años.
SILENCIO POLICIAL
Un abogado que tiene conocimiento del caso ha subrayado que los parientes de las cinco víctimas se habían puesto en contacto con la comisaría de Policía de Al Alil la mañana del 12 de mayo, una vez que se enteraron de que residentes de la zona habían hallado los cuerpos de sus familiares, ha destacado la ONG.
De acuerdo con el comunicado, el abogado ha asegurado que la Policía local se negó a recoger los cuerpos alegando que el área era "demasiado peligrosa", pero que había permitido que las ambulancias locales se dirigiesen a la zona e hiciesen el trabajo en su lugar.
Asimismo, hay vídeos e imágenes que certifican, según HRW, que la Policía Federal tenía conocimiento del lugar en el que se encontraban los cuerpos de las víctimas pero que había decidido no informar a sus familiares. Algunos de los vídeos fueron grabados con los móviles de los habitantes de la zona y en ellos se percibe el estado de descomposición de los cuerpos y se observa, además, cómo tenían los brazos atados detrás de la espalda.
La ONG ha destacado que la Policía de Mosul ha estado implicada "en numerosas ocasiones" en detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza y maltrato a los detenidos. Las últimas denuncias sobre asesinatos ejecutados por las fuerzas de seguridad iraquíes surgen en medio de un repunte de los ataques contra civiles, fuerzas de seguridad y funcionarios del Gobierno en Irak, ha indicado Human Rights Watch.
"Las últimas redadas de la Policía Federal y los presuntos asesinatos muestran el peligro que supone dejar que las fuerzas abusivas proliferen", ha denunciado Whitson. "La Policía tiene que garantizar la seguridad de la población, no la inseguridad", ha agregado.