"Los que pensaban que esto iba a ser una pelea y una gritería han salido defraudados; si alguien hubiera querido se habría producido", dijo, y desmintió que el tema de la vuelta de Cuba a las instituciones panamericanas haya monopolizado la cumbre.
Insulza quiso zanjar el tema de Cuba al recordar que en la próxima Asamblea general de junio en San Pedro de Sula la OEA se debatirá la derogación de la resolución que suspendió a Cuba como miembro, pero corresponde a La Habana solicitar después su reingreso si así lo quiere, aclaró.
Para Insulza, en esta cumbre se "ha notado un nuevo espíritu muy positivo (...) hay esperanzas de un nuevo futuro en América Latina y el Caribe, y la elección de Obama (como presidente) ha contribuido poderosamente".
El mandatario de la OEA resaltó las discusiones en materia energética y el "amplio consenso en la necesidad de un plan común de energía e intercambiar información al respecto".
Minimizó también las reservas que el presidente de Bolivia expresó hoy sobre los biocombustibles al considerarlos una mera nota de atención sobre los problemas alimentarios que podrían traer.
También destacó la importancia que tuvo el debate sobre la recapitalización del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), algo con lo que la mayoría de los países de la cumbres se han mostrado de acuerdo.
El mayor prestamista de América Latina entregará créditos a la región por unos 18.000 millones de dólares este año, pero el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, alertó el jueves de que no se puede llegar a ese ritmo, por lo que están estudiando la forma de conseguir nuevos recursos.