Isla Mauricio centra los esfuerzos en evitar una catastrofe medioambientalcatastrofemedioambiental que dañe sus costas durante años. Con helicópteros y buques cisterna, continúan vaciando los depósitos del carguero que ya ha vertido más de una tonelada de petroléo al mar. Preocupa ahora que las malas condiciones partan el carguero en dos y se derrame el resto del crudo.
Cubos y cubos de petróleo que han contaminado la paradisiaca isla. Más de 15 kilómetros de costa se han visto afectados. Los vertidos del líquido negro inundan una zona de un valor ecológico incalculable. La vida marina se ve amenzada y la catastrofe afecta ya a las diversas especies que habitan sus aguas. Por ello, los vecinos se esfuerzan en construir barreras para salvar sus playas.
Para los pescadores, surfistas y los que viven del turismo en la isla, aseguran que esto tendrá un impacto terrible. Un sector fundamental para la región. Un paraíso natural que atrae a sus vistantes con su vida submarina y unas playas de agua azul turquesa, que ahora se ven amenzadas. El gobierno ya ha declarado la emergencia ambiental y espera vaciar el petróleo que aún queda en el cargero japonés antes de que se vierta al mar.
La compañía japonesa implicada en el vertido de toneladas de crudo de su carguero al encallar frente a la costa, en el océano Índico, se ha disculpado ante las autoridades y la población, al tiempo que ha prometido hacer todo lo posible para minimizar el enorme daño medioambiental causado, que según ONG como Greenpeace tendrá "consecuencias devastadoras".