El comandante de la Guardia Fronteriza, Saber Mahayrah, ha subrayado que durante sus operaciones de identificación de refugiados las fuerzas de seguridad se han incautado de cinturones de explosivos, mensajes y otros materiales peligrosos.
En este sentido, ha explicado que estas medidas de seguridad son parcialmente causantes de los retrasos en los procesos de entrada y registro de los refugiados que cruzan la frontera, según ha informado el diario local 'The Jordan Times'.
Mahayrah ha señalado además que la Guardia Fronteriza ha hecho además frente a numerosos intentos de infiltración por parte de presuntos terroristas o narcotraficantes, destacando la rapidez de la respuesta de las autoridades ante estos sucesos.
Por otra parte, ha recalcado que el Gobierno ha advertido a todos los grupos armados que operan en Siria que se mantengan a una distancia de siete kilómetros de la frontera, en un intento de evitar ataques contra su territorio.
Así, ha dicho que la frontera "está sellada y bien protegida", reconociendo que "el sur de Siria es la región más preocupante para nosotros". Pese a ello, ha insistido en que "se detecta hasta a los pájaros que sobrevuelan la frontera".
"Las amenazas van desde cohetes disparados contra las torres de vigilancia hasta cinturones de explosivos, agentes biológicos y químicos y proyectiles de largo alcance", ha enumerado, añadiendo que "existen planes para hacer frente a todas estas amenazas potenciales".
Por último, Mahayrah ha subrayado que las autoridades jordanas "intentan lograr el equilibrio" entre la seguridad y la protección de los refugiados, afirmando que "las puertas siguen abiertas para los hermanos que sufren".