"Desde este momento, las fuerzas de pacificación harán la guerra a los grupos de ciudadanos que están pidiendo una buena gobernanza de nuestro país", ha criticado Bisimwa, en declaraciones recogidas por la cadena británica BBC.
Bisimwa ha lamentado que la organización internacional "haya optado por hacer la guerra contra uno de sus socios para la paz", en lugar de intentar resolver el conflicto en el este de RDC mediante el diálogo.
Se trata de la primera reacción del M23 a la decisión del Consejo de Seguridad de enviar hacia el mes de julio una Brigada de Intervención dotada de 2.000 efectivos para "llevar a cabo operaciones ofensivas y neutralizar a los grupos armados".
La Misión de Naciones Unidas en RDC (MONUSCO) posee unos 20.000 efectivos, pero han sido objeto de duras críticas, tanto dentro como fuera del país africano, por no ser capaces de evitar el avance del grupo rebelde por la zona oriental.
El portavoz de la ONU Eduardo del Buey ha informado de que la MONUSCO ha garantizado la seguridad a 1.500 civiles desde el pasado viernes, cuando se reanudaron los combates entre las fuerzas congoleñas y la Alianza de Patriotas para un Congo Libre y Soberano (APCLS), en los que murieron once rebeldes.
"La situación parece estar en calma en estos momentos, a pesar de lo cual la MONUSCO sigue patrullando la zona", ha dicho Del Buey, en una rueda de prensa celebrada este lunes en la sede de la organización internacional, en Nueva York.
La crisis en RDC se desató el pasado 27 de abril, cuando un grupo de soldados se amotinaron liderados por el general Bosco Ntaganda, acusado de crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional (TPI), para denunciar el incumplimiento del acuerdo de paz de 2009.
A causa del conflicto, más de 130.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. La mayoría viven con familias de acogida o en campamentos, edificios públicos u otros lugares cuya finalidad es dar cobijo a los desplazados internos.