La madre de Neda: "Era como un ángel"

INFORMATIVOS TELECINCO 05/11/2009 13:34

Cuatro meses después de la muerte de Neda, su madre, Hajar Rostami, ha descrito el dolor que ha sufrido su familia y ha mostrado el agradecimiento de la familia a los millones de personas de todo el mundo que convirtieron a Neda en una mártir y en un símbolo de libertad para Irán, en declaraciones telefónicas a la CNN.

"Quiero dar las gracias al mundo entero. No sé cómo hacerlo por lo que te pido que encuentres las palabras adecuadas por mí. No puedo explicar cómo ese apoyo nos ha reconfortado y ayudado". Sin embargo, reconoce que la muerte de su hija "es un dolor que no cesa". La madre visita la tumba de Neda cada viernes. "La gente escribe en su tumba en tinta rojo "mártir" y las autoridades lo borran cada vez".

La noche anterior a que fuera asesinada en las calles de Teherán, la mujer que el mundo llegó a conocer simplemente como Neda tuvo una pesadilla. "Había una guerra en marcha y yo estaba en el frente", le dijo a su madre. Su madre la había acompañado en las protestas en las calles en los días anteriores tras las disputadas elecciones presidenciales. Pero la mañana fatal, le dijo a su hija que no podía ir con ella. Neda se preparó para salir y su madre empezó a sentir angustia. "Le dije que tuviera mucho cuidado y ella dijo que lo tendría".

La muerte casi en directo

El 20 de junio de 2009, Neda Agha-Soltan, se dirigía a la plaza Nilofar de Teherán donde se habían reunido miles de manifestantes. Los enfrentamientos con la policía eran especialmente intensos ese día. Neda, acompañada de su profesor de música, llamaba a casa frecuentemente. "Mamá, hay muchos enfrentamientos hoy. Hay un montón de policía alrededor", le dijo a su madre en una llamada. Se lanzó gas lacrimógeno contra la multitud. Neda se dirigió a una clínica para que le lavaran los ojos. "Mis ojos me ardían", explicó. Veinte minutos después, la madre de Neda contactaba con ella de nuevo. "Me dijo que estaba de regreso a casa, que no me preocupara". La joven les dijo lo mismo a sus tíos, que también la llamaron. Con vaqueros, una camiseta negra y zapatillas blancas, Neda volvía hacía el coche, aparcado en la calle no muy lejos de la manifestación. Fue entonces cuando Neda fue asesinada. Una bala solitaria alcanzó su pecho.

Recordando aquel día, su madre señal que la familia volvió al lugar de su muerte y siguió los movimientos de Neda. "Estaba a tan sólo 26 pasos del coche". Esos 26 pasos que Neda nunca pudo dar fueron la diferencia entre volver a casa con su familia y convertirse en un símbolo de una increíble revuelta en Irán.

Mientras millones de personas alrededor del mundo veían angustiados la muerte de Neda capturada en un vídeo, su familia realizaba el tradicional duelo de siete días. La madre de Neda indica que a la familia se le prohibió realizar un funeral. "Vi a Neda cuando su cuerpo estaba siendo lavado antes del entierro. La vi cuando su cuerpo fue cubieron con un sudario blanco para el entierro, cuando le cubrieron la cara. Estaba absolutamente preciosa, con su sonrisa, su maravillosa sonrisa. Como un ángel", ha explicado Hajar.

Fue el tercer o cuarto día de duelo cuando un pariente le contó lo que estaba ocurriendo con el vídeo de la muerte de Neda. La madre no lo vio esa primera semana. "Pero cuando volví a casa, lo vi. Fue muy doloroso. Tan doloroso que no he sido capaz de voverlo a ver otra vez hasta el final. Fue el momento de verla dar su vida, la vida saliendo de su cuerpo. Fue muy doloroso. La mirada en sus ojos en ese momento... Me levanto cada mañana con esa mirada en sus ojos y me voy a la cama con esa mirada en sus ojos cada noche".