Según informa el diario Daily Mail, la Policía de la localidad inglesa encontró el cuerpo de la mujer en el aparcamiento después de que saltara por una ventana. Minutos antes había ahogado a sus tres hijos en la bañera y después metió los cuerpos en la cama, cubiertos de peluches.
Los tres tenían una marca de un beso con pintalabios en la frente y un mensaje en la pared que decía: “Yo los amo y los voy a mantener a salvo”.
Según los investigadores, Anderson, de 23 años, mató a sus hijos, de 3 y 2 años y 11 meses, después de que su expareja, y padre de los pequeños, comenzara una nueva relación con otra mujer.
La familia de la joven ha denunciado que avisaron en repetidas ocasiones a los servicios sociales que necesitaba ayuda. Según el citado diario, los trabajadores sociales visitaron hasta en 50 ocasiones a la familia entre el año 2009 y 2013.
Los investigadores han explicado, también, que la joven tuvo una fuerte discusión con el padre de sus hijos después de que este le dijera que tenía una nueva relación. “Dales las buenas noches porque es la última vez que los vas a ver”, le dijo antes de herirle con un puñal.
El padre de los pequeños fue atendido en un hospital pero dijo que había sido atacado en la calle.