Manifestantes chiís se enfrentan a las fuerzas de seguridad en varias ciudades de Bahréin

EUROPA PRESS 01/09/2011 01:43

Manifestantes chiís se han enfrentado a las fuerzas de seguridad bahreiníes en protesta por la muerte de un joven durante la marcha del miércoles en la ciudad de Sitra. Los disturbios, que han comenzado en la medianoche del jueves, se han extendido ya a varios asentamientos chiís, incluyendo los de Manama, según informa la cadena CNN.

Los enfrentamientos se han registrado en varias ciudades, aunque los más violentos tienen lugar en la capital, concretamente en tres distritos cercanos a la plaza de La Perla, epicentro de las protestas antigubernamentales que comenzaron en febrero como parte de la llamada 'Primavera Árabe'.

Estos disturbios coinciden con el primero de los tres días del Eid al Fitr, festividad con la que se celebra el fin del Ramadán, mes sagrado musulmán.

Además, parecen estar motivados por la muerte de Alí Jawad Ahmad, un adolescente de 13 años de edad que murió al recibir el impacto de un bote de gas lacrimógeno lanzado por las fuerzas de seguridad bahreiníes durante la manifestación del miércoles en Sitra.

El padre del joven, Jawad al Jeij, ha indicado que a su llegada al hospital le costó "mucho" reconocer a su hijo "porque estaba totalmente cubierto de sangre". Así, ha instado a los grupos de Derechos Humanos "a adoptar medidas contra las autoridades de Bahréin". "He perdido a mi hijo, no se merecía este destino", ha lamentado.

Sin embargo, la versión de la familia de Alí y la del Gobierno no coinciden. Según el director general de la Gobernación de Policía Central, citado por la agencia estatal BNA, no hubo ninguna acción policial contra alborotadores en Sitra en el momento en que se informó de la muerte del menor, hacia las 9.15 horas, excepto la dispersión de un pequeño grupo de unas diez personas hacia la 1.15 horas.

A la luz de esta contradicción, tanto el Ministerio del Interior como la Fiscalía se han comprometido a investigar lo ocurrido. Entretanto, de manera preventiva, las fuerzas de seguridad han rodeado el hospital donde murió Alí, para evitar que su funeral desemboque allí.

Desde que comenzaron las protestas antigubernamentales, la oposición ha denunciado la muerte de 1.000 personas y la detención de otras 2.000. Las autoridades bahreiníes, pertenecientes a la minoría suní, han acusado a Irán de avivar el conflicto entre la población, mayoritariamente chií.