El funeral ha sido llamado 'Keriba Omasker', que significa "Nuestros niños" y al acto ha acudido el primer ministro, Tony Abbott, que ha asegurado sentirse "triste más allá de las palabras" a través de la red social Twitter.
El asesinato de los ocho niños, cuatro niños y cuatro niñas entre 18 meses y 14 años de edad, conmocionó al país. La madre de siete de los niños y tía del otro, de 37 años, fue arrestada y acusada de su asesinato.
La casa en la que fueron encontrados los cadáveres de los niños será demolida y en su lugar se construirá un monumento conmemorativo, según ha informado la BBC.