En la operación, que ha tenido lugar durante el jueves y el viernes, el Ejército ha destruido 22 vehículos y 246 motocicletas que no tenían matrícula y que según las autoridades eran empleados para perpetrar atentados. Además, se han eliminado más de un centenar de escondites de islamistas.
La actividad de grupos insurgentes se ha disparado en la península del Sinaí, situado en la frontera entre Israel, Gaza y el Canal de Suez. El mes pasado murieron al menos 33 agentes de seguridad y Ansar Bayt al Maqdis, un grupo radical de la zona, ha jurado su lealtad al Estado Islámico.
Por todo ello, a finales de octubre el Gobierno egipcio declaró el estado de emergencia e instauró un toque de queda, además de desalojar a cientos de personas y demoler sus casas para crear una zona de seguridad a lo largo de la frontera de Gaza.