En una entrevista concedida al diario 'Libération', el primer ministro fue preguntado sobre su opinión acerca de si los velos deberían estar prohibidos por ley en las universidades. Su respuesta es clara: “Deberían estarlo”. Sin embargo y en contra de su voluntad, las reglas constitucionales le ponen muy difícil la labor.
Este tema, que ha resurgido durante las duras protestas estudiantiles que están teniendo lugar en París, ha dividido a los socialistas franceses. Por ejemplo, el Ministerio de Educación francés se muestra en contra de que la prohibición de los velos en la universidad sea una buena idea, ya que defienden la idea de que los estudiantes son personas adultas que están en su pleno derecho de ejercer “su libertad de conciencia y libertad religiosa”.
Sin embargo, el primer ministro hizo mucho hincapié en lo negativo de la presencia del Islam en Francia. Valls, al ser preguntado sobre este asunto, defendió que el laicismo es parte del ADN de su país y que, aunque le encantaría demostrar que el Islam es compatible con los valores de la República, muchos valores ponen en duda que esto sea posible.