Los ministros de Defensa discuten mañana si la OTAN debe asistir a un aliado en caso de ataque cibernético

EUROPA PRESS 03/06/2013 20:04

Los ministros de Defensa de la OTAN repasarán este martes las capacidades militares a nivel nacional y colectivo existentes y necesarias para poder llevar a cabo distintas operaciones de la Alianza para responder a "las amenazas de seguridad emergentes", el reparto de la carga entre los aliados y si la OTAN debe asistir a un país aliado en caso de ataque cibernético a sus redes de información y comunicación de defensa militar.

Los titulares de Defensa repasarán en su primera sesión de trabajo el martes los avances en los proyectos de colaboración multinacional pactados para desarrollar las capacidades miltiares donde existen lagunas como helicópteros, transporte estratégico, reavituallamiento en vuelo y de inteligencia, reconocimiento y vigilancia, así como los objetivos nacionales y colectivos de las capacidades necesarias para atender las amenazas de seguridad futuras en el marco del proceso de planificación de la OTAN, según han avanzado fuentes aliadas y diplomáticas.

A continuación, los Veintiocho aliados mantendrán una discusión centrada exclusivamente a la política de la OTAN en materia de ciberdefensa y discutirán si la Alianza Atlántica debe prestar asistencia a los países en caso de ataque cibernético a sus redes, un asunto que divide a los aliados, según han admitido fuentes diplomáticas y aliadas.

Los países "más pequeños" están más interesados en que la OTAN pueda poder prestar asistencia a "medida en que la OTAN desarrolla sus capacidades" de ciberdefensa en caso de ataques a sus redes nacionales, mientras que otros países que tienen a priori capacidades propias mantienen que se trata de una competencia nacional, han explicado fuentes diplomáticas.

"Los países son muy celosos de sus redes porque guardan potencialmente los mejores secretos", han explicado fuentes aliadas que han rechazado señalar a los países a priori contrarios a que la OTAN asuma un papel de asistencia.

Los aliados no discuten en todo caso la asistencia de la OTAN a países individuales en caso de ataque cibernético a empresas como entidades bancarias o centrales eléctricas, algo que se discuten en otros foros como la Unión Europea, han explicado otras fuentes diplomáticas.

España mantiene por su parte que la protección de las redes informáticas y de comunicación de la defensa militar es una responsabilidad en primer lugar nacional, pero apoya que en la medida en que la Alianza desarrolle sus propias capacidades para proteger sus redes, en prevención de ciberataques y para la pronta recuperación en caso de robos cibernéticos pueda prestar asistencia "caso por caso" a aliados individuales, si piden ayuda, según han explicado fuentes diplomáticas.

A raíz de los ataques cibernéticos contra instituciones públicas y empresas en Estonia en abril y mayo de 2007 atribuidos a Rusia, los líderes aliados acordaron en la cumbre de Lisboa de 2010 desarrollar una política de ciberdefensa de la Alianza Atlántica no sólo para reforzar las defensas de las redes del cuartel general de la OTAN y sus estructuras sino en todos los países miembros.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN pactaron en la cumbre de Chicago en 2012 centralizar la protección de todas las redes de la Alianza y garantizar la plena operatividad de una Capacidad de Respuesta a Incidentes Informáticos aliado. La OTAN también está en proceso de crear una célula de alerta de amenazas cibernéticas para reforzar el intercambio de inteligencia y situación de alerta.

El jefe del Pentágono, Chuck Hagel, que se estrena en una reunión de la Alianza Atlántica desde que asumió el cargo, dejó claro el viernes durante una visita a las tropas estadounidenses en Hawai que el potencial destructivo de los ciberataques, capaces de paralizar los servicios públicos, las redes bancarias o militares, se ha convertido en el desafío de seguridad prioritario y subrayó que la Administración de Barack Obama ha aumentado el presupuesto para ciberdefensa de forma "significativa".

"Esto es una amenaza muy difícil, real y peligrosa. No hay prioridad mayor para nuestro país que esta cuestión", subrayó, al tiempo que dejó claro que se trata de un esfuerzo conjunto porque ningún país por sí solo puede hacer frente a la amenaza cibernética.

En su cena informal del martes, los ministros de Defensa discutirán la necesidad de repartir la carga de la seguridad entre Estados Unidos y el resto de aliados, pero también entre los diferentes aliados europeos, incluido en la nueva fase de la OTAN una vez concluya la actual mision de combate en Afganistán a finales de 2014 para garantizar que se mantiene "preparada" en el futuro, algo que pasa por el refuerzo de los ejercicios conjuntos y la formación y el entrenamiento para garantizar que las fuerzas se mantienen capaces de actuar.

LIBIA, SIRIA Y AFGANISTÁN

Los ministros de Defensa repasarán el despliegue de los misiles Patriot desplegados en Turquía cerca de la frontera siria para contribuir a aumentar sus defensas aéreas frente a ataques balísticos procedentes de Siria, según fuentes diplomáticas.

También se espera que los aliados den luz verde al envío de un equipo de expertos a Libia para estudiar las necesidades de Libia y aclarar el tipo de asistencia posible de la OTAN después de que las autoridades del país hayan solicitado a la Alianza "asistencia técnica" para formar a la Guardia Nacional, entre otros para contribuir a reintegrar a las distintas milicias en el país y ayudarle a dotarse de una capacidad para controlar sus fronteras y que no implicaría el despliegue de fuerzas aliadas sobre el terreno, según fuentes diplomáticas y aliadas.

Al día siguiente, miércoles, los ministros de Defensa discutirán con sus homólogos de países que contribuyen a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad afgana (ISAF) el proceso de relevo en Afganistán que debe completarse a finales de 2014 cuando concluya la actual misión de combate.

Se espera que en junio las fuerzas afganas asuman el liderazgo de todas las operaciones de combate en todo el país, momento en el que las tropas internacionales pasarán a un papel de apoyo y los aliados discutirán la necesidad de evitar "la salida" precipitada de las fuerzas aliadas y coordinar el repliegue de los distintos aliados, según fuentes diplomáticas.

También se espera que den luz verde al conceto de operaciones y directrices políticas para permitir avanzar en los detalles de la planificación de la nueva misión de entrenamiento, asistencia y seguridad a las fuerzas afganas que se han comprometido a mantener, pero no se espera que detallen sus posibles contribuciones para la nueva misión ni cierren el tamaño de la nueva misión, algo que se detallará en el plan de operaciones dentro de unos meses. La OTAN estudia dejar una fuerza de entre 8.000 y 12.000 efectivos para la nueva misión, pero las cifras no se han cerrado.