La bomba explotó al paso de un tren de pasajeros que conecta las localidades de Quetta y Rawalpindi y, según los artificieros, estaba compuesta por ocho kilogramos de explosivos, tal y como ha recogido el diario local 'Dawn'.
Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque contra el tren, que ya ha sido objeto de atentados en el pasado. Los grupos armados han perpetrado ataques contra las fuerzas de seguridad e instalaciones desde hace más de una década.
La provincia de Baluchistán, situada en la frontera con Afganistán e Irán, se ha visto sacudida desde hace años por los ataques de grupos separatistas y de los talibán, que operan a ambos lados de la frontera afgana.