Mujica, en una entrevista con la emisora M24, ha defendido el "cariño" que le tiene a los Fusca, con los que tuvo su primer contacto cuando era "muchacho" en la década de los 50. "Con el paso de los años, cuando entre otras cosas intentábamos cambiar la suerte del mundo, nos enamoramos de ellos, ha dicho, según un comunicado de la Presidencia.
El mandatario ha dicho que tiene dos de estos vehículos, uno de ellos "desvencijado" y guardado en un garaje y otro que utiliza desde su llegada al poder y regalo de "un puñado de amigos" que "hizo una colecta". En este sentido, ha dicho que, si lo vendiese, "ofendería" a estos "amigos".
Los dos coches "van a vegetar en los viejos galpones mientras que estemos vivos y el porvenir dirá el de su destino", ha añadido Mujica, que también se ha referido a las campañas en redes sociales para que "el Fusca no se vaya".
El presidente de Uruguay explicó recientemente que un jeque árabe le ofreció hasta un millón de dólares por su viejo coche durante la cumbre del G77 más China que se celebró el pasado mes de junio en la ciudad boliviana de San Cruz. Aunque Mujica reconoció al revelar esta oferta que dudó en un principio, ahora lo tiene claro: "Mientras esté vivo dormirá en el galpón y dará una vueltita".