La profecía de Marthin Luther King se ha cumplido. En 1964, el líder negro afirmó que en 40 años EEUU tendría un presidente negro. El hombre que ha hecho realidad el sueño americano y la predicción de King ha sido Barack Hussein Obama. Un demócrata nacido en Illinois que ha llegado a la Casa Blanca bajo el lema 'Yes, we can' y que ha insuflado aire fresco en una sociedad hastiada tras los ocho años de administración Bush.
Sin embargo, la esperanza que dio a los estadounidenses se ha visto empañada por una crisis económica de dimensiones mundiales que le ha obligado a centrar su discurso en los nuevos retos a los que se enfrenta su país. Obama ha anunciado que llega "una nueva era de responsabilidad de los estadounidenses". Una nueva época en la que tendrán que luchar para sacar adelante una economía debilitidada. "El trabajo duro, la honestidad, el valor, la justicia, la tolerancia y el patriotismo" serán el camino para salir de esta situación según el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Más de dos millones de norteamericanos se han congregado en el Nacional Mall ante el Capitolio sólo para estar presentes en un día histórico. En la escalinata del Capitolio, ex presidentes, el equipo de Gobierno de la administración Bush o los cargos que acompañarán a Obama en el nuevo Ejecutivo han seguido el juramento y la toma de posesión del tercer presidente de Illinois el quinto más joven en la historia del país.
Como ya hizo durante la campaña electoral, Barack Hussein Obama, ha hecho una petición a los americanos. "Lo que se nos pide ahora es una nueva era de responsabilidad, el reconocimiento, por parte de cada estadounidense de que tenemos obligaciones con nosotros mismos, nuestra nación y el mundo".
La maltrecha imagen de EEUU ha sido otro de los puntos de su discurso. El presidente número 44 ha apelado al mundo musulmán "a un nuevo camino hacia delante" y ha recordado a todos los pueblos y gobiernos que "Estados Unidos es una amigo de cada nación y cada hombre, mujer y niño que busca un futuro en paz y dignidad". El nuevo mandatario estadounidense no ha mencionado el conflicto de Oriente Próximo en su primer discurso.
Barack Obama es un líder . Un hombre que ha dado esperanza a los ciudadanos americanos y que, ahora, buscará desde la Casa Blanca materializar sus promesas de un mundo mejor. Sin embargo, el camino será difícil en medio de la peor crisis económica en 70 años y con una imagen internacional muy deteriorada. Aún así, Obama ha sentenciado que "estamos listos para ser líderes una vez más".