Desde hace diez días, Hermanos Musulmanes y otras fuerzas políticas mantienen una sentada en Tahrir que comenzó el pasado domingo, cuando la Comisión Electoral proclamó la victoria de Mursi en los comicios presidenciales, y que se ha prolongado para protestar contra al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna el país desde la caída del régimen de Hosni Mubarak.
Los manifestantes exigen a la junta militar que derogue el anexo constitucional por el que se atribuye todas las competencias legislativas, gran parte de las presidenciales, incluida la designación del ministro de Defensa, y la gestión de los asuntos militares.
Además, para este viernes hay convocada una manifestación para exigir al Consejo Supremo que entregue el poder a un gobierno civil.
El vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ), de Hermanos Musulmanes, Essam El Erian, ha anunciado confirmado su participación. También lo han hecho los partidos islamistas Al Nour y Al Wast y las juventudes revolucionarias.