La permanencia de los grupos de inmigrantes, la mayoría de origen africano ha provocado tensiones entre las autoridades policiales, que los han desalojado de la estación a empujones.
Los inmigrantes esperan que Francia abra las fronteras, después de que este martes de forma inesperada endureciera los controles de acceso al país galo.
La ciudad italiana, de poco más de 20.000 habitantes, se ha convertido en un punto de encuentro para centenares de inmigrantes, que han acampado en la estación con un acto protesta, mientras otro grupo se concentraba en una escollera a pocos metros de la frontera.
Mientras Bruselas discute las cuotas de asilados que cada país europeo deberá acoger sin que ningún estado esté de acuerdo, una niña ajena a esa alboroto ha repartido caramelos entre las personas necesitadas.
La imagen circula por las redes sociales, como símbolo de contraste con lo que los Gobiernos hacen. (Fuente Huffington Post.it)