Nuevos enfrentamientos en Birmania entre el Ejército y los separatistas

EUROPA PRESS 20/06/2011 10:54

El Ejército de Birmania y los separatistas de etnia kachin se han vuelto a enfrentar este lunes en la región fronteriza entre Birmania y China después del fracaso de las negociaciones del fin de semana para acabar con un conflicto que está poniendo en riesgo varios proyectos de empresas chinas en la región.

La insurgencia y las tropas birmanas llevan luchando desde el 9 de junio en el estado de Kachin, en el norte de Birmania, junto a la frontera con China, lo que ha paralizado la construcción de dos plantas hidroeléctricas y ha provocado que unas 9.000 personas abandonen su hogar y huyan hacia China o se instalen en campamentos de refugiados.

Los birmanos exiliados aseguraron que las luchas continúan, aunque ninguno pudo especificar el número de víctimas. Además, más de 200 trabajadores chinos ya han abandonado la región después de que una planta hidroeléctrica cerrase el pasado 14 de junio debido a la violencia.

En la primera alusión a los enfrentamientos, los medios estatales de Birmania explicaron el sábado que el Ejército birmano no tuvo elección y que respondió con fuerza después de que el Ejército por la Independencia de Kachin (KIA) ignorase su advertencia de replegar a sus combatientes de la hidroeléctrica de Taping.

Los medios aseguraron que el KIA había destruido 25 puentes y que había atacado con "armamento pesado" la hidroeléctrica. El cierre de la planta ha causado "grandes pérdidas al estado y a la población".

Varios refugiados indicaron que el Gobierno birmano mantuvo el viernes y el sábado conversaciones con la Organización por la Independencia de Kachin (KIO),el brazo político del KIA.

El jefe del Grupo de Noticias de Kachin, con sede en Tailandia, Lahpai Naw Din, señaló que "al parecer (las negociaciones) han fracasado debido a que el Gobierno no ha enviado ningún mensaje y no apoyó estas conversaciones".

"Las negociaciones se celebraron a pesar de que el Ejército continuó enviado refuerzos, por lo que no hubo ninguna muestra de confianza", añadió.

Por su parte, el Gobierno chino ha pedido a ambas partes que resuelvan pacíficamente el conflicto, ya que las empresas chinas tienen diferentes intereses en la zona, como la construcción de conductos de gas y de petróleo que en un futuro abastecerán a China.

El KIA lleva décadas enfrentándose al Gobierno central, pero en 1994 acordaron un alto el fuego por el que se concedía más autonomía a la región. Sin embargo, el Gobierno rechazó registrar un partido político kachin en las elecciones parlamentarias del pasado año debido a su oposición a dejar las armas, lo que enfureció a los miembros de la etnia.

Muchos analistas creen que el Gobierno, que asumió el poder hace once semanas, no está preparado para lanzar una amplia ofensiva contra los insurgentes, pero se encuentra bajo presión para proteger las presas y los conductos que está construyendo China, su mayor aliado político y económico.

Las minorías étnicas de Birmania rechazan estos proyectos de empresas chinas ya que su construcción supone la entrada del Ejército en sus regiones y no pueden disfrutar del reparto de beneficios.