Según la organización, con sede en Londres pero que cuenta con una densa red de informantes dentro de Siria, el balance incluye a 62 civiles desarmados (entre ellos doce niños), 33 combatientes rebeldes, tres militares desertores (incluido un teniente) y 45 miembros de las fuerzas del régimen de Bashar al Assad.
Una tercera parte de los civiles perdieron la vida en la provincia de Región de Damasco (21) a causa de los bombardeos y los disparos de las fuerzas del Gobierno. Aparte, catorce civiles fallecieron en la provincia de Idlib y trece en Alepo.
Del total de 33 rebeldes caídos en combate, nueve se registraron en Idlib, seis en Alepo y cinco en Homs. Asimismo, dos soldados y un teniente desertores murieron en enfrentamientos con las fuerzas del régimen en Región de Damasco e Idlib.
Por último, el Observatorio ha registrado la muerte de no menos de 45 miembros de las fuerzas militares del régimen. Los mayores balances se produjeron en las provincias de Idlib (doce), Alepo (nueve) y Región de Damasco (siete).