El jefe de la misión, Roberto Menéndez, ha presentado este miércoles en la sede del bloque hemisférico, en Washington, su 23º informe sobre "los avances y los riesgos que enfrenta la construcción de la paz" en Colombia, de acuerdo con un comunicado.
Menéndez y su equipo han llamado la atención sobre "la persistente violencia entre grupos armados ilegales de diversa naturaleza que se disputan el control de las economías ilícitas y los territorios dejados por las FARC, generando graves afectaciones a la población civil, principalmente a nivel rural".
"Como resultado de estos contextos de violencia, las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes se ven abocadas a extorsiones, confinamiento, desplazamiento forzado, violencia de género y reclutamiento de menores de edad, entre otras afectaciones", ha precisado.
También ha expresado una "especial preocupación por los asesinatos selectivos y las amenazas contra líderes sociales, comunales y étnicos", augurando que estos ataques podrían extenderse en un futuro no muy lejano a los ex combatientes de las FARC y sus familias.
Además, aunque ha reconocido "los esfuerzos del Gobierno colombiano en materia de seguridad", la OEA ha indicado que "la percepción de inseguridad e insuficiencia de dichas medidas continúa entre las comunidades" afectadas por dicha violencia.
"Es necesario reforzar la seguridad para reducir los impactos humanitarios, investigar y castigar los crímenes, e implementar de manera oportuna y articulada los acuerdos de paz, prestando especial atención a las deudas en materia de reparación a víctimas y restitución de tierras", ha recomendado.
Por otro lado, ha valorado el tránsito de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "a la vida civil y al escenario político". La ya extinta guerrilla ha dado paso a un partido con las mismas siglas que competirá en las elecciones de 2018 por la Presidencia, la Cámara de Diputados y el Senado.
La OEA también ha destacado "el proceso de negociación" con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) --la segunda guerrilla de Colombia--, que comenzó el pasado 8 de febrero en Quito y cuyo mayor logro ha sido la tregua bilateral que entró en vigor el 1 de octubre.