Once muertos y 80 heridos por las protestas contra Ortega en Nicaragua

Informativos Telecinco / Agencias 31/05/2018 18:42

Miles de personas se concentraron en Managua, en una movilización que se repitió en varias ciudades, para acompañar a las madres de los jóvenes fallecidos en el marco de las protestas contra el Gobierno de Ortega, que comenzaron el 18 de abril con una reforma de la seguridad social como detonante.

Según informa el diario nicaragüense La Prensa, la marcha capitalina transcurrió pacíficamente hasta que grupos paramilitares que estarían vinculados al Gobierno --las juventudes 'sandinistas'-- atacaron a los manifestantes y la Policía intervino.

De acuerdo con los testimonios recogidos por los medios locales, se vivieron momentos de pánico por las ráfagas de disparos y los cócteles molotov empleados contra los manifestantes. Algunos han denunciado que la Policía actuó con francotiradores desde el estadio nacional.

Amnistía Internacional, que envió una delegación a la marcha de las 'Madres de Abril', "ha podido verificar que los ataques fueron en contra de manifestantes por parte de policías y grupos parapoliciales, conocidos como turbas sandinistas en las inmediaciones de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y la Universidad Centroamericana (UCA)". "Asimismo, se ha reportado el posible uso de francotiradores desde el Estadio Dennis Martínez", ha añadido.

La UCA ha emitido un comunicado en el que ha confirmado que unas 5.000 personas se refugiaron en el campus para protegerse de policías y sandinistas. Solo horas después pudieron abandonar el recinto universitario. "La UCA, que se sitúa al lado del pueblo en justa lucha, denuncia este nuevo ataque criminal y exige el cese inmediato de la represión", ha declarado.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) ha contabilizado once muertos y cerca de 80 heridos en Managua, Estelí y Masaya. El Nuevo Diario, por su parte, eleva el número de fallecidos durante las protestas del miércoles a al menos 16. El subdirector de la Policía, el general Francisco Díaz, solo ha reconocido doce heridos, entre ellos cinco policías.

Suspensión del diálogo

La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), que ejerce de mediadora en el diálogo nacional que propuso Ortega para aplacar las protestas en su contra, ha anunciado que suspende por segunda vez en dos semanas las conversaciones.

"No podemos seguir permitiendo esta violencia inhumana", han dicho los obispos nicaragüenses en un comunicado. "Queremos dejar claro que no se puede reanudar la mesa del diálogo nacional mientras al pueblo se le siga negando el derecho a manifestarse libremente y continúe siendo reprimido y asesinado", han indicado.

Desde la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que aglutina a los sectores críticos con el Gobierno en la mesa de negociaciones, ha coincidido en que "no se puede dialogar en estas condiciones". "Ortega abonó ayer con su masacre a una salida más inmediata de él. Quedó moralmente más incapacitado para gobernar", ha sostenido Azalea Solís.

"Ortega es un peligro y él y la señora (Rosario Murillo, su mujer y vicepresidente) son criminales, absolutamente. Están dispuestos a ahogar en sangre cualquier protesta pacífica en Nicaragua. No tienen ética ni moral para continuar gobernando", ha recalcado Solís.