Supuestos miembros de Fuerzas Aliadas Democráticas - Ejército Nacional para la Liberación de Uganda (ADF-NALU, por sus siglas en inglés) cometieron el pasado jueves asesinatos indiscriminados en las aldeas de Tepoimba y Vemba, cerca de la ciudad de Beni. Cerca de 200 personas han muerto desde octubre a manos de estos rebeldes.
"Los que están detrás de estas masacres deben ser llevados ante la justicia para rendir cuentas", ha dicho Djinnit, quien ha condenado firmemente las matanzas y ha pedido a las autoridades que continúen sus esfuerzos para arrestar a los responsables.
En su comunicado, ha solicitado a los grupos armados activos en el este del país que "se disuelvan de forma permanente" y ha advertido a todos aquellos que les presten ayuda de que podrían ser objeto de sanciones internacionales.
"El empeoramiento de la situación en el área de Beni y sus alrededores requiere acciones decisivas para neutralizar a todas las fuerzas negativas en RDC, según las decisiones de los líderes regionales y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", ha añadido.
Así, ha reiterado que "la persistencia de estas fuerzas negativas contribuye a perpetuar la desconfianza, en un momento en el que los países de la región de los Grandes Lagos han de poner fin a sus diferencias y tragedias del pasado para construir un futuro pacífico y próspero en común", ha remachado Djinnit.