El primer ministro, Nawaz Sharif, retiró la moratoria tras un atentado ejecutado por los talibán paquistaníes contra una escuela de la localidad de Karachi (sur), suceso que se saldó con la muerte de 145 personas, entre ellas 132 menores de edad.
"Comparto la indignación y el dolor de Pakistán ante el cruel asesinato en diciembre de 145 personas, entre ellas 132 niños, a manos de los talibán, pero me perturba que la respuesta de las autoridades haya sido ejecutar a la misma cantidad de gente en los seis meses siguientes a la masacre", ha dicho Al Hussein.
Así, ha resaltado que las ejecuciones masivas, especialmente de delincuentes jóvenes, no sirven a la causa de la justicia ni acaban con las ideologías violentas o extremistas, recordando que, generalmente, los autores intelectuales y responsables de financiar los ataques permanecen fugados.
Al Hussein ha lamentado además que en tan sólo medio año Pakistán se haya convertido en el tercero con más ejecuciones a nivel mundial, solicitando al país que combata el terrorismo ciñéndose al Derecho Internacional.
Por último, ha apuntado que en la actualidad hay más de 8.000 personas condenadas a muerte en Pakistán, de las cuales 800 eran menores de edad cuando cometieron el delito por el que fueron sentenciadas.