El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha confiado en que las negociaciones con los talibán "comiencen más pronto que tarde" aunque ha dejado claro que "la reconciliación nunca es un proceso fácil en ninguna parte del mundo".
"La transición (para entregar la responsabilidad a las fuerzas afganas) en seguridad es una parte crítica para garantizar la estabilidad en Afganistán y en la región y creo que las discusiones de paz podrían reforzar las ganancias en seguridad y contribuir de forma adicional a la seguridad a largo plazo de Afganistán y su unidad, de manera que espero que tales discusiones comiencen más pronto que tarde", ha asegurado.
Las conversaciones entre funcionarios estadounidenses y de los talibán estaban previstas para el jueves en Qatar, pero el malestar del Gobierno afgano y la fanfarria que rodeó la inauguración de una oficina talibán en el estado del Golfo Pérsico sumió los preparativos en la confusión.
Rasmussen ha restado importancia a la ruptura de las negociaciones previstas este jueves al insistir en que "la reconciliación nunca es un proceso fácil en ninguna parte del mundo" al tiempo que ha recordaro que los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN dejaron "claro" en su cumbre de Chicago que "el proceso que conduzca a la reconciliación deben dirigirlo los afganos".
"Es un proceso que debe incluir la ruptura de vínculos con el terrorismo internacional, renunciar a la violencia y respetar la Constitución afgana", ha recordado.
En cualquier caso, Rasmussen ha rechazado que la ruptura de las negociaciones del acuerdo de seguridad bilateral entre Estados Unidos y Afganistán para dar cobertura a las tropas que permanezcan sobre el terreno más allá de finales de 2014 tenga un impacto para la nueva misión de entrenamiento que la OTAN ha acordado mantener para seguir ayudando a las fuerzas afganas sobre el terreno.
El acuerdo entre Estados Unidos y Afganistán era una condición previa para allanar el camino al acuerdo que a su vez deberá negociar la Alianza para su misión. Washington ya ha avisado de que si no logra de Kabul la inmunidad diplomática para sus tropas que permanezcan sobre el terreno no dejará efectivos.
"No creo que estemos en una situación peligrosa. He tenido muy buenas reuniones con el presidente (afgano, Hamid) Karzai y en base a la conversación que tuvimos confío en que al final encontraremos un acuerdo sobre los arreglos de seguridad que crearán un marco para la misión de entrenamiento de la OTAN Apoyo Resolutivo después de 2014", ha asegurado.
Rasmussen se refirió en estos términos a la cita que mantuvieron el pasado 18 de junio en la capital afgana, cuando Karzai anunció el inicio del relevo en los últimos territorios donde no había comenzado y que implica que las fuerzas afganas asumen el liderazgo de las operaciones de combate en todo el país y las fuerzas internacionales pasan a un papel de apoyo.
Al margen de las tropas que Estados Unidos para continuar operaciones antiterroristas, que no entran en el mando de la nueva misión de entrenamiento, asesoramiento y asistencia de la OTAN, los aliados y sus socios que contribuyen a la actual misión de combate estudian dejar una fuerza de entre 8.000 y 12.000 efectivos para la nueva misión, bautizada 'Apoyo Resolutivo', aunque los números no se cerrarán hasta dentro de unos meses.
Estados Unidos se han comprometido a dejar la mitad de los efectivos que queden sobre el terreno y que el resto de aliados y socios dejen el resto.