OTAN insiste a Rusia en que cumple el mandato de la ONU

EUROPA PRESS 04/07/2011 15:58

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha trasladado este lunes a las autoridades rusas que la OTAN cumple "estrictamente" el mandato de la ONU en Libia después de reconocer que Moscú les ha trasladado "algunos motivos de preocupación" a raíz de que Francia confirmara la semana pasada que ha suministrado armas a los rebeldes libios en las Montañas Occidentales.

"Estamos cumpliendo nuestra operación en conformidad estricta con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Nos han dado el mandato de tomar todas las medidas necesarias para proteger a los civiles de ataques y hasta ahora hemos tenido mucho éxito a la hora de proteger a los civiles. Hemos evitado una masacre contra el pueblo libio", ha explicado Rasmussen en rueda de prensa desde Sochi, al término de la reunión a nivel de embajadores del Consejo OTAN-Rusia, celebrada en la ciudad balneario rusa antes de la reunión de los Veintiocho con el presidente ruso, Dimitri Medvedev.

Rasmussen ha recordado los objetivos de la misión militar en Libia para poner fin a la operación, ha insistido en que los miembros de la Alianza Atlántica y los socios de la región que participan en la operación siguen "centrados en cumplir esta misión militar" y ha dejado claro que en todo caso "compete al pueblo libio perfilar el futuro de su país".

"Nosotros estamos centrados en cumplir esta misión militar. En un proceso político paralelo, compete al pueblo libio, posiblemente asistido por la comunidad internacional, encontrar una solución política a los problemas en Libia, y yo haría hincapié en que la única solución aceptable sería acomodar las aspiraciones legítimas del pueblo libio y ver progresos para una transición hacia una democracia completa en el país", ha explicado cuando le han preguntado por la última propuesta de mediación de la Unión Africana, que contempla la salida del poder del dirigente libio, Muamar Gadafi, aunque permite que se quede en el país.

La OTAN y Rusia han acordado este lunes en Sochi continuar su cooperación bilateral "y reforzarla", según ha explicado Rasmussen, también en temas de defensa antimisiles. Aunque Rasmussen ha reconocido que las partes no han acordado "progresos concretos" en este área, sí se ha podido "aclarar algunas cuestiones pendientes" de interés para la otra parte y ha dicho confiar en que las partes llegarán a un acuerdo para definir el tipo de cooperación en materia de defensa antimisiles en la cumbre de la OTAN prevista para el próximo mayo en Chicago.

ENCUENTRO CON ZUMA

Además del encuentro que han mantenido Medvedev y Rasmussen, ambos dirigentes también se han reunido en Sochi, próximo al Mar negro, con el presidente sudafricano, Jacob Zuma, para abordar la contienda libia.

Zuma ha querido resaltar que el objetivo de la cumbre trilateral con Rusia y la OTAN ha sido compartir "el punto de vista de la Unión Africana (UA) y su plan" para Libia, en alusión a una vía de negociación impulsada el viernes por la UA y que juntará a representantes del Gobierno libio y de los rebeldes en una mesa de conversación. Este encuentro, dijo Zuma entonces, comenzará pronto y tendrá lugar en Addis Adeba, la capital etíope, donde la UA tiene su sede. Al respecto, un responsable de la alianza militar ha señalado que la OTAN estudiará la 'hoja de ruta' trazada por el organismo africano.

Por su parte, Medvedev ha expresado su deseo de que Libia sea "un Estado moderno, soberano y democrático", mostrando nuevamente su preocupación por la participación de la OTAN en conflictos como el libio y ha considerado la coyuntura en el país norteafricano como una prueba vital para el nuevo Conepto Estratégico de la alianza militar.

Rusia continúa mostrándose crítica con la operación militar de la OTAN en Libia, aunque sí ha apoyado los planes de negociación impulsados por la UA y las Naciones Unidas y ha pedido la dimisión de Gadafi.

No obstante, después de tres meses de contienda en Libia, el escepticismo se ha visto incrementado durante las últimas semanas debido a la ausencia de progresos importantes sobre el terreno.