El palacio de Westminster se cae a pedazos

El edificio del parlamento británico construido en el siglo XIX, se cae literalmente a pedazos y necesita una remodelación integral que lo lleve directamente al siglo XXI. El problema en que el coste previsto es de diez mil millones de euros y podría durar décadas.

Decididamente, el parlamento británico es todo fachada. Algunas ceremonias clásicas en el palacio de Westminster esconde bajo ese manto de boato y distinción una sonrojarte realidad: goteras, un cableado obsoleto, polillas, ratas y problemas de alcantarillado y ventilación. Fuera de las sesiones en cámaras, lores y comunes sin distinción, y por supuesto sus asistentes deben trabajar en despachos sin luz natural.

El Palacio de Westminster se ha quedado obsoleto. Su remodelación puede costar 10.000 millones de euros, y prolongarse incluso durante décadas, obligando trasladar el parlamento, durante varias legislatura, a otra sede, quizás lejos de Londres. Esta polémica ha encendido un debate en el Reino Unido, sobre todo por los costes en estos tiempos de austeridad. A favor están quienes recuerdan que este monumento neogótico del siglo XIX es una de las joyas del país, patrimonio de la UNCESCO.

Westminster apenas se ha tocado desde las obligadas obras a raíz de los bombardeos en la II Guerra Mundial, pero con amenaza de volver casi a venirse abajo parece obligado hacer algo antes o después. Sus señorías tendrán la última palabra.