El subdirector de la agencia para Oriente Próximo, Norte de África, Europa del Este y Asia Central, Carlo Scaramella, ha advertido en un comunicado de que "la situación humanitaria se ha deteriorado en los últimos meses en Donetsk y Lugansk", escenario de enfrentamientos desde abril de 2014.
"En zonas donde los combates aún continúan, la situación es todavía más precaria y hay civiles que no tienen acceso a mercados o a suministros de comida", ha lamentado.
En los próximos meses, el PAM incrementará su asistencia y dará lotes únicos de alimentos a más de 100.000 personas, en un intento por suplir necesidades urgentes. A estos beneficiarios se sumarán otros 80.000 de zonas más estables que recibirán tres rondas de bonos para obtener comida.
La ONU calcula que más de un millón de personas han abandonado sus hogares desde el inicio de la crisis. Muchos de ellos se han quedado sin ahorros y sin empleo, mientras que los precios de los alimentos han incrementado de forma drástica en las regiones orientales de la antigua república soviética.
Un reciente estudio ha cifrado en hasta el 30 por ciento la subida para alimentos básicos como pan y leche. En el caso de otros productos como carne o queso, en sólo un año los precios se han disparado entre un 75 y un 80 por ciento.
El PAM necesita 9 millones de dólares (7,9 millones de euros) de forma inmediata para poder seguir proporcionando ayuda hasta el mes de junio a las víctimas civiles del conflicto ucraniano.
DEBALTSEVE
Un equipo del PAM presente en Sloviansk se ha reunido con familias desplazadas cerca de Debaltseve y Gorlivka y que han alertado de la gran cantidad de civiles que continúan atrapados en medio del fuego cruzado.
"Me sacaron de mi casa y ahora estoy aquí, no sé dónde estoy", ha dicho una mujer de 90 años evacuada de su casa, cerca de Debaltseve, y que ahora vive en la principal estación de tren de Sloviansk. "Tengo hijos en Debaltseve y muchos familiares. Estoy muy preocupada por ellos", ha dicho.