"No hubo penetración. Fue sin malicia"

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 15/04/2011 09:01

"No hubo penetración. Fue sin malicia". Con estas palabras se ha referido a los abusos a los que sometió a sus dos sobrinos. Roger Vangheluwe presentó su dimisión como obispo de Brujas hace un año, tras admitir los abusos sexuales a uno de sus sobrinos.

El papa Benedicto XVI le exigió el pasado fin de semana que siguiera una estricta "cura espiritual y psiquiátrica" para superar su problema. No obstante, ha sido apartado de la Iglesia.

"Cuando me tocaba hacer una visita a mi familia (en los años 60 y 70) en la casa no había muchas posibilidades de alojamiento, así que me metía en el dormitorio con todos mis sobrinos (...) Todo empezó como un simple juego. No se trató en absoluto de una violación y, desde luego, nunca hubo violencia sexual, aunque sí tocamientos de las partes íntimas. Tampoco estuve nunca desnudo en su presencia", ha dicho en la televisión.

Una vez más ha vuelto a disculparse pero ha admitido que los tocamientos sexuales, a sus dos sobrinos, entonces de 12 y 13 años, se produjeron "varias veces al año". "Al final, los tocamientos sexuales se convirtieron en una costumbre", ha explciado.

"No entiendo ni yo mismo cómo pudo ir tan lejos. Sabía que lo que estaba haciendo no era bueno (...) Había bastante intimidad entre nosotros y sí hubo tocamientos de los miembros viriles, pero nunca hubo sexo violento", ha explicado Vangheluwe.

El religioso, de 74 años, debe abandonar Bélgica para "curarse definitivamente" de su mal y que hasta tanto no lo haga, en principio no podrá regresar. De acuerdo con la radio pública flamenca VRT, el ex obispo de Brujas se encuentra actualmente refugiado en un monasterio en la región francesa del Loira.

El ministro de Justicia belga, Stefaan De Clerck, ha reclamado a la Iglesia que ponga fin a su comportamiento "irresponsable" respecto a este asunto.

La semana pasada, Bélgica se estremeció al conocerse que las investigaciones por el medio millar de casos denunciados de abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia Católica entre los años 60, 70 y 80 están a punto de terminar en la papelera. Fuentes judiciales admiten que la mayor parte de esos delitos han prescrito o están a punto de hacerlo, incluido el caso de Vangheluwe.EBP