Los médicos de Guantánamo se niegan a alimentar a los presos

Pilar García de la Granja 13/06/2013 17:21

La base de Guantánamo cuenta en éstos momentos con 166 detenidos, acusados de terrorismo, pero aún sin juicio. De todos ellos la mitad deberían de ser puestos en libertad por no haberse comprobado sus lazos de forma fehaciente con redes terroristas. Por diversas razones, entre las que están los propios países de origen de éstas personas, que se niegan a acogerlos de nuevo, los detenidos continúan en Guantánamo.

Al menos 104 de los detenidos de Guantánamo llevan tres meses en huelga de hambre, pidiendo su puesta en libertad. De ellos 43 habrían pedido tanto peso, que los médicos de la base les estarían alimentando con líquidos por orden de los militares de la base y en contra de su voluntad.

“Forzar a comer a una persona no es una competencia médica, es un asalto forzado a su independencia” aseguran los doctores. Según el mismo articulo “los médicos en Guantánamo, no pueden ni deben permitir que los militares de la base utilicen sus profesión de médicos para conseguir propósitos políticos, que están en contra de su ética y de la voluntad de los detenidos” aseguran los doctores Sondra Crosby y Leonard Glantz.

Los doctores aseguran que “las huelgas de hambre no se llevan a cabo para cometer suicidio, sino como forma de presión para alcanzar objetivos que, efectivamente pueden conllevar la muerte, pero cuyo fin es la supervivencia en otra condiciones”. Para los doctores no se puede confundir el intento de suicidio, que les obligaría a alimentar a los prisioneros, con una huelga de hambre. El departamento de Defensa argumenta que los presos han de ser alimentados por la fuerza, en caso que sea necesario, para evitar los suicidios, y porque su obligación es mantener en las mejores condiciones posibles físicas y sanitarias a los presos. El debate, una vez más, está servido.