El PMA podría tener que interrumpir su ayuda en Corea del Norte si no llegan fondos

EUROPA PRESS 04/02/2017 08:57

Más del 70 por ciento de los norcoreanos se encuentra en inseguridad alimentaria, una situación que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) trata de paliar ayudando principalmente a niños y mujeres embarazadas. Pero esta ayuda vital podría verse interrumpida a partir de mayo a menos que la agencia de la ONU no reciba los fondos necesarios.

"La falta de fondos amenaza el apoyo nutricional del PMA y podría llevar a una interrupción de la asistencia en mayo de 2017", ha indicado a Europa Press Colin Kampschoer, portavoz de la oficina de la agencia de la ONU en Pyongyang.

Según ha explicado, "todos los alimentos que el PMA reparte tienen que ser importados y, teniendo en cuenta el transporte local y la producción, puede llevar entre cuatro y seis meses antes de que puedan ser distribuidos".

Teniendo en cuenta que para 2017 hay una "brecha" en cuanto a los fondos solicitados y los recibidos de 30,7 millones de dólares, "hacen falta urgentemente nuevos fondos" o de lo contrario habrá que suspender la ayuda, ha precisado.

De los 24,8 millones de habitantes que tiene Corea del Norte, unos 18 millones --4,95 millones de ellos niños-- no comen una dieta lo suficientemente variada o tienen acceso a alimentos suficientes, por lo que muchos de ellos presentan problemas de malnutrición crónica ante la falta de vitaminas, proteínas y minerales esenciales. Muchos de ellos, según Kampschoer, son niños pequeños y mujeres embarazadas y lactantes.

MENOS PROTEÍNAS Y ANEMIA

Los norcoreanos consumen menos del 25 por ciento de las proteínas y menos del 30 por ciento de la grasa necesaria para una vida saludable, conforme a los estándares internacionales. Además, uno de cada tres niños menores de 5 años y casi la mitad de los que tienen entre 12 y 23 meses están anémicos.

La última evaluación realizada por el PMA en las guarderías a las que apoya en el país ha revelado que el 25,4 por ciento de los niños presenta problemas de crecimiento, "lo que indica un motivo de preocupación de salud pública de medio a alto", ha indicado el portavoz de la agencia de la ONU. Según los datos del PMA, en el país hay unos 200.000 niños con malnutrición aguda.

"Aunque no hay datos oficiales actualmente, se espera que la cosecha de 2016 sea mejor que la del año anterior, uno de los peores en términos de producción de alimentos", según Kampschoer. Sin embargo, "pese a la prevista recuperación, lo más probable es que el país no produzca comida suficiente para alimentar a su población en 2017", ha augurado.

Factores como una cantidad insuficiente de tierras arables, la sobreexplotación de los cultivos, la escasez de fertilizantes y pesticidas de calidad, la escasa mecanización e irrigación hacen que de forma tradicional Corea del Norte haya sufrido problemas para alimentar a su población desde mediados de los años 1990.

DESASTRES NATURALES RECURRENTES

A esto se suma, ha añadido, el hecho de que Corea del Norte sufre "desastres naturales recurrentes", como las inundaciones de los pasados agosto y septiembre en la provincia de Hamgyong Norte que afectaron a 600.000 personas, o la sequía de 2015, "lo que incrementa su vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria".

El PMA trabaja para hacer llegar ayuda a 650.000 personas en 60 condados de nueve provincias cada mes. La agencia de la ONU ofrece apoyo nutricional a niños y mujeres embarazadas y lactantes, con el fin de evitar la malnutrición, lo que incluye la producción a nivel local de alimentos fortificados.

Asimismo, lleva a cabo actividades para la reducción del riesgo de desastres centradas en mitigar el impacto de los mismos en las comunidades. En este sentido, actualmente está asistiendo a 30.000 niños y mujeres al mes en las tres zonas más afectadas por las inundaciones del pasado verano, una asistencia que continuará, según la portavoz, hasta marzo.

Una de las claves en la asistencia nutricional que ofrece el PMA en Corea del Norte es la producción a nivel local de alimentos fortificados desde 1998. Actualmente, once fábricas están produciendo galletas y cereales fortificados, es decir, modificados para añadir nutrientes esenciales.

Por su parte, el Gobierno norcoreano aporta las fábricas, los almacenes, el personal, la electricidad y el mantenimiento, además de responsabilizarse del transporte de los ingredientes desde los puertos hasta las fábricas y de la distribución de los alimentos fortificados a las instituciones que apoya el PMA o a los centros de distribución pública donde se entregan a mujeres embarazadas y lactantes.