"No confundamos al pueblo mapuche que está participando de este bicentenario, con la situación de 34 comuneros que han elegido un camino equivocado. El país que vamos a construir se hace con diálogo, unidad y trabajo, no con violencia ni huelga de hambre", señaló Piñera.
El mandatario hizo estas declaraciones antes de participar en el Te Deum ecuménico, una ceremonia religiosa de alabanza con la participación de diversas iglesias, para celebrar el 200 aniversario de la constitución de la Junta de Gobierno que dio inicio a la independencia de Chile.
Piñera, quien anunció este viernes la creación de una mesa de diálogo con las comunidades indígenas en el marco del llamado Plan Araucanía, excluyó implícitamente de estas negociaciones a los representantes del movimiento mapuche más radical.
"Hay más de un millón de chilenos que se identifican con el pueblo mapuche y con otros pueblos originarios, y la inmensa mayoría de éstos está celebrando el bicentenario", recalcó.
Tras insistir en que "el país se construye con unidad y trabajo", Piñera anunció la asignación de 4.000 millones de dólares al Plan Araucanía, con el cual el Gobierno pretende impulsar el desarrollo y mejorar las condiciones de vida de los mapuches, la mayoría de los cuales viven en esa región del sur del país.
El presidente anunció ayer una mesa de diálogo en la que participarán los ministros de la Presidencia y de Desarrollo, así como delegados de las comunidades mapuches y representantes de organizaciones sociales y religiosas.
Además, el Gobierno cuenta desde esta semana con la mediación del obispo de Concepción, Ricardo Ezzati, para los 34 comuneros mapuche en huelga de hambre (32 de ellos en prisión preventiva) pongan fin al ayuno que iniciaron el pasado 12 de julio para exigir un juicio justo y la derogación de la ley antiterrorista.